Por Leopoldo Ágreda Lovera.
Unidad político-administrativa
La
emancipación protagonizada por las colonias ultramarinas del imperio español en
el continente americano, pone fin a una unidad político-administrativa, que
venía presentando diferentes inconvenientes, a raíz, de la implantación de una
serie de cambios que en América Latina, son conocidas como la “Reforma
Borbónica”; dichas reformas suscitaron un gran malestar dentro de la población
colonial, específicamente los blancos criollos, quienes eran para este
entonces, un importante sector de la política y administración colonial que
gozaba de grandes privilegios; produciéndose así, un equilibrio similar al que
practicaría un malabarista, donde los intereses de unos y otros (es decir,
blancos peninsulares y blancos criollos) podían satisfacerse sin poner en
peligro a la Corona, o el funcionamiento de las instituciones coloniales.
El
equilibrio mencionado con anterioridad descansaba en un pacto entre las
diferentes partes que componían el Estado colonial, donde los blancos criollos
pudieron crecer no solo económicamente, sino de igual forma, en la influencia
política y la toma de decisiones dentro de sus territorios, lo que provocó un
sentimiento regionalista y de pertenencia, que luego de la promulgación de las
reformas borbónicas, traería rivalidades entre las colonias, debido a la
competencia del mercado al comerciar con los mismos productos.
Autores como, Marcos Kaplan, y, John Lynch, dieron explicaciones muy pertinentes acerca de la situación de esta unidad político-administrativa, que se desarrolló en el área española del continente, antes de las reformas borbónicas. Kaplan señala lo siguiente:
“(…) el hecho de que un poder político-administrativo (…) haya pretendido regir hasta en los menores detalles una realidad compleja y distinta de los centros superiores de decisión, contribuye por una parte, a dar a la burocracia real sus caracteres de pesadez y lentitud (…)”.
Estos caracteres de “pesadez y lentitud” a los que alude el
autor, hacen referencia al relajamiento de las leyes impartidas desde la
península española, que una vez llegadas al continente americano, debían
reformarse para no entrar en conflictos con los intereses locales, que muchas
veces, podían ser tocados por la ley pero dejados intactos por quienes debían
hacer cumplir la ley, siendo representativo el caso de los “Corregidores”.
Por otra parte, John Lynch, señala que este estado colonial anterior a las reformas borbónicas pudo mantenerse intacto, gracias a la falta de “poder exigir obediencia”, ya que, en el estado colonial se producían acuerdos, gracias a los filtros por los que pasaba la ley, que permitían, tanto a la élite criolla como a la Corona, poder satisfacer sus intereses de la mejor manera, llegando a acuerdos entre lo que dictaba la ley y lo que podía hacerse realmente.
Dicho “equilibrio” que no estaba exento
de tensiones, y que se sostenía en la delgada línea de los acuerdos para
satisfacer intereses mutuos, terminó
rompiéndose con las reformas borbónicas de mediados del siglo XVIII.
Cuando desarrollamos el estudio de la historia, es imposible no percatarse de la influencia que tienen diversos hechos, (a veces alejados tanto espacial como cronológicamente), los cuales, imprimen una influencia similar a la estela de una estrella fugaz, que deja su fulgor en el firmamento.
Uno de los fulgores
importantes (no el único) que podemos ver en la manera de crear esta unidad
político-administrativa que relata Marcos Kaplan en su investigación, es la
influencia que tuvo la reconquista española luego de varios
siglos de dominación árabe, que imprimió una manera de pensar y ver las cosas,
que fueron muy importantes dentro del desarrollo y evolución de esta unidad
político-administrativa.
Andrés Pérez Boltodano, en su trabajo titulado “Entre el Estado Conquistador y el Estado Nacional”, señala un elemento interesante que puede ayudar a la comprensión de la influencia que la reconquista española tuvo en la promulgación de las leyes, principalmente, las reformas borbónicas, veamos:
“(…) la acción política siempre tiene un punto de vista referencial “mental” que puede ser (…) analizado teóricamente o (…) puede mantenerse a nivel de opinión, prejuicio, impulso o cualquier otra percepción pre-teórica de la realidad.”
¿Por qué se ha traído a
colación esta cita?, porque cuando comienza el reformismo borbónico quebrando
el “frágil equilibrio” no libre de tensiones en la América colonizada, las
reformas buscan “(…) devolver a los
americanos a una dependencia primitiva, que no había existido, en más de un
siglo (…)” sosteniéndose en prejuicios, e ignorando la
naturaleza psicológica de los criollos, que no solo habían ganado varios
lugares en la administración política de las colonias, gracias a la compra de
puestos (como los jueces de audiencia que en Lima y México tenían mayoría
criolla) sino que entre la centuria abarcada entre 1850 a 1750, la
participación criolla en las decisiones de las colonias, no privó a España de los
beneficios provenientes de las colonias.
Las
reformas borbónicas trajeron la ruptura del frágil equilibrio con nuevas
instituciones, que atentaron contra los intereses locales, por ejemplo, los
Intendentes que remplazaban a los Corregidores, quienes tenían una importante
participación en los negocios de las élites coloniales, una fiscalización
rigurosa, por parte de la Corona, acompañada de nuevos virreinatos, y la
apertura del comercio pero bajo el monopolio español, lo que imposibilitó
cualquier acercamiento entre ambas partes, sobretodo, luego de que en 1795 con
el permiso de comerciar con países neutrales y ajenos a la guerra de España y
Gran Bretaña, permitió a los comerciantes y habitantes estar en contacto con
nuevas ideas, donde se percatarían del atraso español en relación a otros
lugares del mundo.
Al inicio de esta idea señalamos la
importancia de eventos pasados, que a pesar de, estar alejados del punto
central del estudio, geográfica y cronológicamente, tienen una relación importante;
y es, el impacto legal que tuvo el etnocentrismo español, durante la
reconquista española, al comienzo del siglo XVI.
Marcos Kaplan, nos describe las condiciones materiales de España antes de emprender la conquista de América, señalando que este reino, ya poseía condiciones necesarias para un papel importante dentro del mundo de las grandes potencias.
No obstante, una vez conquistada la península en su favor, se observará una
influencia mayor de la tradición castellana, más cercana a la conquista
medieval, y no una influencia mayor de la línea catalana-aragonesa, la cual
hubiese sido mejor para los intereses españoles en su crecimiento capitalista.
Dentro de este período, la fuerza de la religión, la expulsión de judíos y
musulmanes que habían favorecido al desarrollo español y el espíritu de casta,
demostraron la rigidez de ideas que no se adaptaban al cambio, lo
cual pudo observarse (nuevamente) con el tardío reformismo borbónico, que
empeoró la situación en las colonias.
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