domingo, 26 de febrero de 2023

Una defensa necesaria del estudio de la Teología y la Doctrina Bíblica

 

Defensa del estudio de la teología y la doctrina bíblica


Escrito por: Dr. Eliecer Portal González, miembro de la Escuela Cubana de Estudios Evangélicos..

Recientemente escuche decir: “no es necesario para el creyente el tener tanto conocimiento sobre Teología y Doctrina bíblicas ¿de qué sirve eso?, lo que hay que hacer es predicar el evangelio”. Estas palabras me parecieron vergonzosas viniendo de alguien que supuestamente habla de parte de Dios y lo más triste, es que su voz solamente se hizo eco de la tendencia predominante en nuestros tiempos.  

Esto me llevó a realizarme una serie de preguntas y reflexiones, que comparto a continuación.

I-                 Siento un profundo amor por Dios y por su obra por lo que creo es mi deber escribir este artículo, en defensa del estudio de la Teología y la Doctrina bíblica, motivado por las razones que expondré ahora:

v  Comienzo a ver en parte con tristeza y en parte con alegría que aparecen señales, cada vez más visibles, de los últimos tiempos.

v  Me preocupa profundamente una negativa tendencia en la iglesia a dejar de lado el estudio de la teología y la doctrina, así como temor y rechazo a la erudición bíblica esta tendencia de persistir solo puede llevarnos al desastre y a la pérdida de nuestra misión como cuerpo de Cristo.

v  He observado que han sido muy pocos, quienes hemos levantado nuestra voz preocupados por este problema y en detrimento de nuestro pensamiento contrario a la mayoría no hemos sido tenidos en cuenta.

II-               Quisiera comenzar desarrollando en primer lugar dos conceptos preliminares sin los cuales toda argumentación posterior sería totalmente vana:

ü  ¿Qué es la Teología?

-        Teología proviene del griego θεολογία (theologia) que se divide en Θεός (theos) [Dios] y λογος (logos) [palabra, estudio, razonamiento]. En resumen, Teología es el estudio y razonamiento de Dios y su Palabra. Por ende, se clasifica como la ciencia que estudia a Dios.

ü  ¿Qué es la Doctrina?

-         Doctrina es una palabra que heredamos directamente del latín y que literalmente significa: conjunto de enseñanzas o instrucciones. En el caso de la doctrina bíblica es aquel conjunto de enseñanzas que podemos obtener de la Biblia al hacer Teología.

III-                ¿Qué Preguntas buscamos responder con este artículo?

1- ¿Es importante el estudio y conocimiento de la Teología y la Doctrina (Hacer Teología)?

2- ¿Es menester de todo creyente el estudio y conocimiento de la Doctrina y la Teología?

3- ¿Tiene mayor valor hacer teología que la experiencia personal del creyente?

4- ¿Tiene mayor valor hacer teología que la predicación del evangelio?

5- ¿Por qué se observa en la iglesia latinoamericana un desdén cada vez mayor por el estudio de la Teología y la Doctrina?

Más que importante me atrevo a afirmar que es crucial el estudio y conocimiento de la Doctrina y la Teología como fuente de la comprensión y el razonamiento de Dios. Para probar esto vamos a partir en primera instancia de la Palabra de Dios:

-          2 Tim 3: 16-17 “Toda escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto enteramente capacitado para toda buena obra.

-          1 Pdr. 3: 15“Mas bien, santificad en vuestros corazones a Cristo como Señor y estad siempre listos para responder atodo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia.”

-          1 Tim. 4: 6 “Si expones estas cosas a los hermanos, serás buen ministro de las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has seguido de cerca. Desecha las fábulas profanas y de viejas, y ejercítate para la piedad”

-          Hech. 2: 42 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones.”

A lo largo de las Escrituras se ha afirmado con fuerza la necesidad del estudio racional de la Biblia. La vida del hombre gira alrededor de lo que piensa y mayormente de lo que piensa acerca de Dios, lo que hago proclama lo que yo creo. 

Es indiscutible la importancia de una sana teología partiendo del punto de vista innegable que tiene la connotación de nuestro pensamiento en nuestro accionar diario, y teniendo en cuenta, lo importante que es este para nuestro testimonio cristiano, así como para nuestra vida en general. 

Además, en estos últimos tiempos dónde la iglesia se ve constantemente amenazada por los falsos maestros y falsos profetas (2Pdr. 2: 1-2) se hace más que indispensable el estudio y conocimiento de la sana doctrina “para que el pueblo de Dios no sea llevado de aquí para allá por todo viento de doctrina”.(Ef. 4:14). 

La teología nos aporta lo necesario para una exposición autorizada y sistemática de las verdades bíblicas que se expresan en doctrinas; por tanto, no tiene sentido restarle importancia mientras el hombre piense sobre los problemas relativos a su existencia y la divinidad. 

Toda persona tiene su teología y hace teología lo sepa o no; lo que hace la diferencia es si esta teología la hace de manera racional y sana o por el contrario ignorando todo el proceso, de modo que surge una teología empírica y guiada generalmente por emociones, sentimientos y experiencias subjetivas las cuales no son fuentes nada confiables para el planteamiento correcto de la Doctrina Bíblica.

Es precisamente a causa de este problema que han surgido herejías monumentales como el falso evangelio de la prosperidad, entre otras. “Ningún camino a la perdición ha sido más transitado que el de la doctrina falsa. 

El error es coraza sobre la conciencia y venda sobre los ojos” escribió el famoso teólogo Charles Hodge. 

El conocimiento doctrinal es esencial para el desarrollo del carácter cristiano, sólidas creencias desarrollan un carácter sólido, un creyente sin una teología racional y un sano sistema doctrinal bien definido crecerá en el mejor de los casos como un creyente flexible o peor, jorobado; lo cual para nada es propio de hijos de Dios.

En resumen, el conocimiento doctrinal y el estudio de la Teología han sido y deberán seguir siendo parte necesaria y crucial del bagaje del pueblo de Dios.


Pintura de San Pedro y San Pablo

1-      ¿Es menester de todo creyente el estudio y conocimiento de la Doctrina y la Teología?

Sin ninguna duda, podemos no solo afirmar esta aseveración sino defenderla ante cualquier ataque, ¿por qué?, porque es la voluntad de Dios que así sea e ir en contra de su voluntad es pecado y es dañino para nosotros. Para probarlo vamos a ir nuevamente a la Palabra inerrante de Dios:

-          2Tim 2: 15 “Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

-          Rom. 16: 17 “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.

-          Rom. 15: 14 “Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.”

-          Ef. 1: 17 “Pido que el Dios de nuestro señor Jesucristo, el Padre de gloria, os de Espíritu de sabiduría y de revelación en el pleno conocimiento de Él;”

Creo que la Biblia es bastante clara en cuanto a que es menester de todo creyente el hecho de hacer teología dado en primer lugar la importancia antes expuesta, no obstante, y en caso de que para alguno el testimonio de la Biblia no fuera suficiente, qué podemos aprender de la tradición, no solo del pueblo de Israel sino de la tradición de la Iglesia. 

En primer lugar, en libro de Deuteronomio encontramos a Dios diciendo a los israelitas que su ley debía ser enseñada a sus hijos en cada momento del día, se trataba de un llamado a cada padre a hacer Teología siempre, los judíos luego del establecimiento de las sinagogas se reunían todos en conjunto para estudiar la ley (Hacer Teología) y mientras el pueblo de Dios hizo esto se mantuvo fiel porque la teología no nos aleja de Dios y su propósito, sino que nos acerca a Él. 

El Señor Jesucristo nos dio en sí mismo el mejor ejemplo, porque si existía un teólogo consagrado ese era Jesús quien de hecho era rabino. 

La tradición de la Iglesia nos muestra en primer lugar a los apóstoles como teólogos quienes en varias ocasiones realizaron concilios de debate teológico con el fin de establecer y estudiar la doctrina de Dios, luego vemos a estos mismos apóstoles incitando a la iglesia a seguir su ejemplo (Recuerdo a Pablo felicitando a la iglesia pues mientras él les enseñaba la doctrina ellos por las escrituras iban comprobando que todo fuese cierto). 

Luego de los apóstoles los llamados padres de la iglesia, entre ellos San Agustín de Hipona, eminentes teólogos mantuvieron la enseñanza de la teología como parte indisoluble de la vida cristiana y así se ha enseñado hasta nuestros días, en que una corriente diabólica se ha levantado en contra de esta sana y crucial enseñanza. ¿Qué pasaría si el Diablo lograra introducir en la mente de los creyentes este miedo injustificado al sano estudio de la Biblia? “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”(Ose 4:6).

En resumen, comenzando por la tradición rabínica y el ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo y prosiguiendo por la enseñanza de los apóstoles, los padres de la iglesia y la historia del cristianismo, ha sido menester de la iglesia en general el estudio y conocimiento de la Biblia y de la Teología como su método de conocimiento.

2-      ¿Tiene mayor valor hacer teología que la experiencia personal del creyente?

En primer lugar, sería adecuado expresar qué entendemos por experiencia personal cristiana:

-         Experiencia: Se entiende por experiencia una forma de conocimiento empírica o sea que se adquiere con el uso, la práctica o las propias vivencias personales. Este concepto aplicado a la vida cristiana nos da como resultado que la experiencia personal del creyente es la manera subjetiva en que cada quien conoce y se relaciona con Dios a lo largo de su vida como cristiano.

Teniendo este concepto en mente podemos establecer qué relación tiene la experiencia con la Teología, así como su relación de interdependencia y de supeditación. Primeramente, vamos a la Biblia a ver que tiene esta que decir acerca de la relación de la experiencia y la teología:

-         Hech. 20: 14-24: En este pasaje se nos narra la historia de una poderosa experiencia que habían tenido algunos creyentes, los cuales recibieron el bautismo del Espíritu entre ellos había un hombre llamado Simón el cual como los demás había tenido una experiencia, pero tenía una mala teología la cual Pedro tuvo que reprender y subsanar lo cual llevó a Simón a un arrepentimiento.

-          Hech. 19: 1-7: En este pasaje el apóstol Pablo encuentra un grupo de 12 hombres creyentes los cuales solo habían recibido el bautismo de Juan, y solo conocían el arrepentimiento, o sea tenían una teología incompleta y no fue hasta que Pablo les expuso la doctrina del Hijo de Dios y del Espíritu Santo, que estos hombres pudieron tener una experiencia más profunda con Dios.

Estos casos tienen un denominador común y es que en ellos existía una experiencia con Dios, pero no existía una correcta teología en un caso por distorsión y el otro por insuficiencia este problema a uno lo llevó a la herejía y a los otros a no vivir una vida plena con Dios. 

Entonces que podemos aprender en base a esto acerca de la relación que tiene la teología y la doctrina con respecto a la experiencia cristiana:

-          La experiencia cristiana tiene por fuerza que estar supeditada a la doctrina bíblica y a la buena teología como su medio de conocimiento. Es absurdo y antibíblico querer que la doctrina sea guiada por la experiencia cristiana, en primer lugar, porque la experiencia personal carece totalmente de objetividad dado que está mediada ante todo por nuestras características personales (sentimientos, conocimientos, emociones) las cuales distan mucho de ser objetivas lo cual puede dar lugar a problemas como los que tuvo Simón, el cual desde su punto de vista tenía probablemente la mejor intención, su experiencia personal le decía que era correcto sin embargo la Escritura nos enseña lo contrario, además nuestra experiencia está limitada por nuestros límites personales, ella por sí sola no podrá crecer y por ende si la tomo como fuente primaria del conocimiento doctrinal desestimando las otras seré incapaz de alcanzar un mayor conocimiento de Dios.

-        Por otra parte, ¿qué podemos aprender del testimonio de la historia?, bueno pues que muchos de los grandes movimientos heréticos han surgido de personas que le han dado lugar prioritario a la experiencia por encima de la doctrina bíblica. Personas por ejemplo que han dicho tener encuentros con “ángeles” (algo que por la naturaleza subjetiva de las experiencias no podemos cuestionar) los cuales les han dado supuestos mensajes de parte de Dios que resultaron ser herejías (porque provenían del diablo), pero a causa del desconocimiento de la doctrina bíblica se han predicado como palabra de Dios como es el caso de Mahoma fundador del islam. Más actualmente tenemos barbaridades como el falso evangelio de la prosperidad y el movimiento apostólico, así como el neopentecostalismo,entre otras, falsedades en su mayoría basadas en experiencias, pero en total detrimento de la superioridad de la doctrina sobre estas.

-          Por último, me gustaría resumir este punto con las Palabras de Dios a través del apóstol Pablo para la iglesia de Galacia “Pero si aún nosotros mismos o un ángel del cielo (experiencia) os anunciara un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.” (Gal. 1: 8).

 

3-      ¿Tiene mayor valor hacer teología que la predicación del evangelio?

 

En ninguna manera, nadie puede decir jamás que es más importante hacer teología que predicar el evangelio, de la misma manera que nadie puede osar decir que es más importante predicar el evangelio quehacer teología. Antes que nadie intente crucificarme por lo que dije vamos a escuchar que tiene que decir la escritura acerca del asunto. 

Ya hemos visto varios pasajes acerca de la importancia de hacer Teología, pero quiero analizar uno en especial que trata de una manera directa la interdependencia entre la predicación del evangelio y el hacer teología:

-          Mat. 28: 18-20 “Jesús se acercó a ellos y les habló diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, de Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”

En este texto muchas veces mal utilizado y sobre todo muy poco aplicado el Señor Jesús nos dio una instrucción muy precisa “haced discípulos” y además muy claramente nos dio también la forma de hacerlo “bautizándoles (…) y enseñándoles”. Por lo tanto, no entiendo por qué razón cuando se habla de la gran comisión de Jesús la mayoría de las veces solo se habla de la primera parte de la comisión, prediquen el evangelio, lo cual es hacer caso omiso de la completa voluntad de Dios para su iglesia. 

Si bien es de vitalísima importancia para Jesús que prediquemos el evangelio, es de vitalísima importancia que se realice discipulado lo cual es imposible sin hacer un consciente razonamiento de Dios y su doctrina (Hacer Teología). 


Pintura sobre la Predicación

Al ser yo médico he podido observar y conocer bien de cerca, la importancia que tiene para el recién nacido y para los niños en general, el constate cuidado y alimentación especial sin los cuales inevitablemente moriría. 

De la misma manera Jesús manda a la iglesia a tener estos mismos cuidados con los recién nacidos en la fe, un nuevo creyente a quien no se le enseña progresivamente la revelación de Dios y no se le estimula a adquirir conocimiento de la Escritura en el mejor de los casos crecerá como un cristiano débil que podrá ser arrastrado por cualquier viento de doctrina, a la vez que no podrá aportar su parte en la necesaria edificación de la iglesia, será un obrero reprobado, que tiene de que avergonzarse, pues no utiliza bien la Palabra de verdad y estoy absolutamente seguro de que esa no es la voluntad de Dios para sus hijos. Así que si Jesús dio a ambos factores (predicación y estudio) el mismo valor no entiendo como en la iglesia existan personas que digan lo contrario.

-          ¿Quiero decir con esto que todo el mundo tiene que ser un eminente teólogo y además un eminente evangelista?

En ninguna manera; sería muy bueno, pero es sumamente difícil. No obstante que dice la Biblia acerca de esto:

-          Efe. 4: 11-12 “Y Él mismo [Dios] constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”

Si bien todos en la gran comisión tenemos el llamado a predicar y a enseñar no a todos nos constituyó Dios evangelistas ni maestros. Cada miembro del cuerpo tiene su función y todos contribuyen al buen funcionamiento del cuerpo de Dios y ni puede el ojo decir a la oreja no te necesito ni puede decir la oreja al ojo no tengo necesidad de vosotros. Por tanto, ni puede el evangelista decirle al maestro no te necesito ni puede decirle el maestro al evangelista no tengo necesidad de ti. 

En resumen, la Teología sin la predicación del evangelio no tiene razón de existir y la predicación del evangelio sin la Teología tampoco, no es la voluntad de Dios que una tenga más importancia que la otra. 

 

4-      ¿Por qué se observa en la iglesia latinoamericana un desdén cada vez mayor por el estudio de la Teología y la Doctrina?

 

Esto a decir verdad no debería ser un secreto para ningún estudioso de la Biblia y de la historia de la Iglesia. Si somos atentos podemos ver a lo largo de la historia como esta misma estrategia ha sido empleada por el diablo en disímiles ocasiones y los buenos resultados que ha obtenido en su empleo. No obstante, primero vamos a descubrir que tiene que decir la Biblia acerca del asunto:  

-          Efe. 4: 13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con
astucia las artimañas del error”

-          1 Tim. 4: 1-2 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, tienen cauterizada la conciencia”

-          2 Tim. 3: 13-15 “Pero los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te has persuadido, sabiendo de quienes lo has aprendido y que desde tu niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por medio de la fe que es en Cristo Jesús. 

 

A lo largo de su historia la iglesia ha sido asediada por esta hábil estratagema del diablo quien ha intentado introducir desde el jardín del Edén la mentira de que el hombre es un necio por aceptar la palabra de Dios tal y como este se la ha revelado. Satanás se caracteriza por ser muy astuto y sabe que la victoria del cristiano se encuentra en el conocimiento de la Escritura. 

Desgraciadamente tenemos que tener en cuenta que estamos en los últimos tiempos y que Satanás se queda sin tiempo por eso ha desplegado todo su arsenal con el objetivo de destruir la teología y con ello el buen entendimiento de la Escritura. Creo que esta, precisamente, es la primera razón de que exista este problema, lo aceptemos o no si somos sinceros con nosotros mismos deberíamos preguntarnos si realmente la Palabra de Dios es nuestra norma de fe y conducta y hasta qué punto hemos creído la mentira de Satanás de que somos necios al aceptar la Palabra de Dios tal y como este nos la ha dado. 


Posmodernismo

Crítica al Papel del Posmodernismo y su Peligro para la Iglesia

Este cuadro que les presento es bien triste, pero, a qué se debe esto primero tenemos que partir del hecho, de que en mayor o menor medida, nos encontramos inmersos en un sistema filosófico llamado postmodernismo, el cual afecta a todas las áreas de la experiencia humana, por tanto, creo prudente plantear que entendemos por postmodernismo.

-   Postmodernismo: Se trata de un amplio número de movimientos de toda índole, que se caracterizan por estar en oposición a los supuestos del modernismo, haciendo una crítica a la sociedad actual, observándose en este movimiento, una profunda carencia de orden, unidad y coherencia.

El postmodernismo como dijimos afecta a todas las áreas de la experiencia humana pues en primer lugar defiende la hibridación, la cultura popular, el descentramiento de la autoridad intelectual y científica y la desconfianza ante los grandes relatos.

Es una corriente antidualista o sea no existe tal cosa como blanco o negro, para ellos todo es gris; cuestiona los textos (Entre ellos La Biblia) afirmando que estos carecen de toda objetividad; plantea la verdad como perspectiva por lo cual dicen que es imposible descubrir la verdad objetiva, sino que cada quien debe tener su perspectiva de la verdad la cual no es superior a otras perspectivas. 

Los individuos solo quieren vivir el presente; el futuro y el pasado pierden importancia. Hay una búsqueda de lo inmediato. Es un proceso de pérdida de la personalidad individual mediante un procedimiento contradictorio, ya que busca diferenciarse de los demás emulando modas sociales. 

Se vuelve a lo místico como justificación de sucesos. Tiene una pérdida de la ambición personal de autosuperación y desaparición de la valoración del esfuerzo.

La iglesia se encuentra ahora mismo en una lucha a muerte contra esta filosofía y aunque no lo sepamos nos está afectando más de lo que pensamos, un ejemplo de esto es el problema que nos encontramos analizando, porque dado que la teología como ciencia busca razonar a Dios y aplicar este razonamiento a la vida cotidiana de la iglesia, se encuentra en total oposición a la postmodernidad la cual como dijimos, tiene entre sus supuestos la desestimación tanto de las ciencias como de los textos además busca darles una justificación mística y experiencial a los hechos y predica la no necesidad de la autosuperación personal y la desvaloración del esfuerzo.

Dejando por el momento a un lado la postmodernidad analizaremos otro problema que influye en la desestimación del estudio de la teología y es el método de aprendizaje que hemos heredado. 

El Papel de los Malos Sistemas Educativos dentro de la Iglesia

Se nos enseña el modelo reproductivo el cual busca adoptar o reproducir el conocimiento que otros ya han pensado: sean pastores, líderes o denominaciones, lo cual nos lleva poco a poco a un sistema de enajenación que da al traste con la capacidad de razonamiento y análisis de los individuos,esto hace que al tener que enfrentarse a pensar por sí solos la sola idea les abrume descartando así cualquier idea de pagar el precio de estudiar y prepararse para tener un pensamiento propio lo que en su defecto nos lleva a adoptar o asimilar cualquier cosa que otros ya han pensado, esta es la oportunidad que usa Satanás para introducir engañadores que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.

Otro problema que nos lleva a esto es que la mayoría de los cristianos tienen un concepto erróneo de lo que es teología, viéndola meramente como un montón de supuestos filosóficos planteados por gente que no tienen nada que ver con su realidad actual, lo cual para nada es cierto pues si bien lo que otros enseñaron tiene importancia no podemos reducir la teología solamente a eso, sino que cada situación de la cotidianidad que nos planteemos es un asunto teológico y que por tanto necesita una respuesta teológica.

En resumen, existen varios factores que influyen de manera negativa y solapada en nuestra iglesia y que buscan provocar un desdén por el estudio de la teología y la doctrina bíblicas, ya sea que hablemos de postmodernidad, del método reproductivo de enseñanza, conceptos erróneos de la teología o la conformidad con lo que se enseña. Satanás está como león rugiente buscando a quien devorar y podemos estar seguros que usará todos los medios a su favor para lograr sus propósitos.

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